Sociedades de Gestión Colectiva: “Construimos juntos la propuesta de COESC+i y lo defenderemos ante la Asamblea Nacional”.
Boletín de Prensa No. 288
Quito, 16 de septiembre de 2014
Representantes de Sayce, Seprofon, Egeda y Sarime expresaron satisfacción con el texto de COESC+i
El 11 de Septiembre de 2014, en el salón de reuniones del Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI), los representantes de la Sociedad de Autores del Ecuador (Sayce), Sociedad de Productores de Fonogramas (Soprofon), Sociedad de Servicios para los Productores Audiovisuales (Egeda) y Sociedad de artistas, interpretantes y músicos ejecutantes del Ecuador (Sarime), expresaron su conformidad con las contribuciones que han realizado al Código Orgánico de Economía Social del Conocimiento e Innovación (COESC+i) desde mayo 2014.
Sus últimos aportes se enfocaron en garantizar el reparto justo de regalías a los asociados, además de regular las sanciones a las SGC y/o sus administradores que no cumplan con las disposiciones del Código. En este sentido, Egeda propuso que el IEPI haga auditorias anuales a las SGC.
“Lo más importante es que se garantice el reparto a los socios de las Sociedades de Gestión Colectiva, a los creadores”, arguyó Hernán Núñez, asesor de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación.
Los representantes consensuaron los aspectos a incluir en el COESC+i. David Checa, directivo de Sayce agradeció la apertura y el espíritu de colaboración de los representantes de esta Secretaría, entre ellos, Hernán Núñez, Daniel Díaz, y a los representantes del IEPI, Vanessa Samaniego, Santiago Cevallos.
“Por primera vez no se ve al artista como un elemento comercial sino como un ser humano”, añadieron los representantes de Sarime.
Para concluir, los representantes de las SGC, de esta Secretaría y del IEPI, agradecieron la apertura y colaboración mutua en la construcción de esta normativa que busca recuperar el sentido de lo público, democratizar el acceso y aprovechamiento del conocimiento y las innovaciones, con el fin de satisfacer necesidades, garantizar derechos y potenciar las capacidades colectivas e individuales de los ecuatorianos.
Así, el Ecuador construye el Código Orgánico de la Economía Social del Conocimiento y la Innovación, de forma colectiva y participativa, haciendo historia y creando la primera normativa de construcción colaborativa que protege a los autores.