Jesús Bastida, Prometeo de la ESPOCH, investiga para regenerar los páramos de los Andes Ecuatorianos
Boletín de Prensa No. 229
Quito, 10 de diciembre de 2013
Estas zonas se encuentran en peligro por la sobreexplotación agrícola
Para regenerar los páramos del Ecuador, el Prometeo Jesús Bastida, Ph.D en Ciencias Biológicas por la Universidad de Jaén (España), vinculado a la Escuela Politécnica de Chimborazo (ESPOCH), desarrolla un proyecto que pretende ofrecer soluciones a la sobreexplotación agrícola, fundamentadas en el conocimiento de los procesos naturales que regulan y mantienen la biodiversidad vegetal y funcional de estos ecosistemas. También aborda el problema de la conservación y manejo de estos espacios naturales andinos.
“Los páramos están deteriorados y mal manejados, no son solo pastizales, sino que también contienen una gran biodiversidad y prestan una gran cantidad de servicios ecosistémicos”. Este Prometeo asegura que esta es una alerta de los peligros de la sobreexplotación y de los efectos del cambio climático sobre los páramos, debido a la elevada erosión, junto con la pérdida de cobertura vegetal, provocan la reducción de la capacidad de retención y absorción del agua de lluvia del suelo, que puede producir deslaves, inundaciones o liberación de carbono a la atmósfera de las plantaciones, entre otros efectos.
Este proyecto busca contribuir soluciones fundadas en la respuesta de las especies nativas a los distintos manejos que sufre el páramo y en los procesos ecológicos que regulan la composición, estructura y biodiversidad de estas comunidades vegetales, para regenerar unos ecosistemas que –según la Fundación Páramo- “son únicos de las altas montañas tropicales de los Andes de Venezuela, Colombia, Ecuador y el Norte de Perú”. De acuerdo a esta Fundación, los páramos ocupan una extensión aproximada de 1 260.000 hectáreas en el Ecuador.
Investigación sobre los páramos en Ecuador
Esta investigación, desarrollada en la ESPOCH, es de especial importancia para el país, ya que, según reconoce el Dr. Bastida, “en Ecuador el estudio sobre los páramos se centra en grupos de investigación extranjeros o fundaciones”. Una circunstancia negativa, a la hora de difundir y transferir los resultados en lo científico, académico, legal y social y, por tanto, sus posibles soluciones. Además, la escasez de estudios científicos sobre el uso y regeneración de los páramos, junto con el escaso conocimiento de la biología y ecología de las especies nativas del sector, ha propiciado la importación de técnicas y modelos de gestión-explotación poco apropiados para estos sensibles ecosistemas tropicales.
“Traer modelos foráneos e intentar implantarlos en un país como Ecuador, con gran biodiversidad y las particularidades del clima tropical, son medidas que, en general, han resultado en grandes pérdidas de biodiversidad (como pueden ser las producidas por las plantaciones de pino y eucalipto) además, de registrar elevados costos económicos”, asegura el doctor Bastida.
Al mismo tiempo que insiste en emplear metodologías que se fundan en el conocimiento de los procesos naturales que regulan las comunidades vegetales de los páramos y se adapten a la realidad socio-ambiental ecuatoriana.
Un protocolo de actuación
El Dr. Jesús Bastida realizó un posgrado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), forma parte del Proyecto Prometeo, un programa que lleva adelante la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, para contribuir con la generación y transferencia de conocimiento científico en el territorio nacional. Entre los resultados esperados de su proyecto este Prometeo presentará un diagnóstico del páramo ecuatoriano en congresos nacionales e internacionales, así como realizar publicaciones de interés para la comunidad científica.
De otra parte, el doctor Bastida está interesado en desarrollar un proyecto para contrarrestar el impacto medioambiental sobre estos espacios naturales de los Andes. “El deterioro en los páramos empieza por una gestión inapropiada de las comunidades que viven de ellos”, afirma el Prometeo de la ESPOCH, asimismo, señala la necesidad de concienciar a los turistas e involucrarlos en la defensa de los ecosistemas que forman parte de la identidad andina, que permiten estabilidad climática y bienestar social a escala regional.