Hacia la creación de un ecosistema innovador
Boletín de Prensa No. 396
Quito, 12 de diciembre de 2014
Representantes de preincubadoras e incubadoras públicas y privadas se reunieron para compartir experiencias en la gestación de la innovación y establecer de manera conjunta los parámetros a los que debe apegarse una incubadora
El evento organizado por la Subsecretaría de Innovación y Transferencia de Tecnología de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, se desarrolló del 9 al 11 de diciembre en las instalaciones de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), en Quito. Este proceso es la antesala para conseguir la acreditación de incubadoras nacionales.
María Dolores Bermeo, subsecretaria de Innovación y Transferencia Tecnológica, explicó que al finalizar el taller se identificaron los parámetros mínimos y el actuar ideal de un espacio para la gestación de innovación en el país.
“Un espacio especializado de incubación es un sitio físico donde los innovadores reciben asesoramiento en cómo pasar de una idea a un prototipo, en temas de propiedad intelectual, cómo identificar su grupo objetivo, estudio de factibilidad sobre si su producto responde a una necesidad. No solo es la entrega de dinero sino también asesoramiento y acompañamiento técnico”, manifestó la Subsecretaria al subrayar la importancia de fomentar una cultura innovadora adecuada para la creación de un ecosistema emprendedor dotado de valor agregado.
Bermeo puntualizó que los emprendimientos nacionales se receptan y evalúan desde hace un trimestre en el Banco de Ideas, iniciativa de esta cartera de Estado que aglutina actualmente a 2.620 proyectos, de los cuales 750 ya han postulado para ser revisados por expertos que ofrecerán acompañamiento para encausar las propuestas a un final exitoso.
Los proyectos del Banco de Ideas deben sujetarse a una evaluación pertinente que permita identificar aquellos de alto impacto previo la asignación de recursos, sugirió Christian Torres, Coordinador Comercial de KrugerLabs, para quien la presencia de experiencias internacionales en el evento posibilitó la vinculación de actores. “Quienes ahora son emprendedores serán empresarios y luego inversionistas”, manifestó Torres, resaltando la visión de que los esfuerzos emprendidos por el Estado se reflejarán en la futura dinámica y sostenimiento independiente del ecosistema innovador en el país.
Aportes internacionales como el de Sebastián Nader, coordinador de Empresas y Grupos Productivos del Programa de Apoyo a la Competitividad del Ministerio de Industrias de Argentina, alimentaron el debate en las mesas de trabajo, donde se discutieron temas relacionados la gestión del capital semilla, la clase de talento humano especializado, infraestructura y los servicios que debe ofrecer una incubadora para potenciar y encaminar exitosamente una propuesta innovadora antes de presentarse al mercado.
Las incubadoras dan apoyo directo a los emprendedores; son espacios que reúnen a instituciones y empresas vinculadas al sector productivo con el fin de trabajar en conjunto para reducir el riesgo de fracaso en el mercado, señaló Nader, y resaltó su expectativa de que a futuro se impulse un programa de incubación regional.
Entre los expositores internacionales se contó con el inglés Simon Bond, director de Innovación de SETsquared, una incubadora de emprendimientos ‘star-ups’ que asocia a las universidades de Bath, Bristol, Exeter, Southampton y Surrey.
Innovación, base del emprendimiento
Raquel Padilla Andrade trabaja en el área jurídica de la Universidad Nacional de Loja y explicó que esa área cuenta con una oficina de Desarrollo Microempresarial. Al finalizar el taller su expectativa es aplicar las herramientas compartidas para reactivar el servicio social de esa dependencia. Algunos proyectos emprendedores se extinguen por el desconocimiento, señaló, y considera menester la vinculación de la universidad para encaminar las propuestas de modo efectivo.