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Ecuador abre el debate sobre Etnobiología

Boletín de Prensa No. 068

Quito, 21 de marzo 2014

En Quito se reflexiona la visión que tienen los pueblos y nacionalidades de la Biología. Experiencias de otros países alimentan el debate.

Con el objetivo de discutir y reflexionar sobre el conocimiento que pueblos y comunidades tienen sobre la Biología, para entender la forma de relacionarse con su entorno vivo, cerca de 150 personas provenientes de Colombia, Perú, México y distintos lugares del Ecuador participan en el primer Congreso de Etnobiología en Ecuador. El evento académico se desarrollará en la Pontifica Universidad Católica del Ecuador (PUCE) hasta el próximo 22 de marzo de 2014.

De este encuentro se espera obtener una visión introductoria a la Etnobiología en el país, en base a experiencias similares desarrolladas en otros países, para alcanzar un diálogo de saberes en un espacio de igualdad y debate.

Este Congreso inició la mañana del jueves 20 de marzo, en el auditorio de la Torre II de la PUCE, sede Quito, con la intervención de Estelina Quinatoa, investigadora cultural de origen Otavalo, quien evidenció cómo varias de las celebraciones ecuatorianas, asociadas a la religión católica, tienen una concepción inicial en las creencias y prácticas de la cultura indígena.

Durante su exposición, Quinatoa manifestó que la preparación y degustación del plato típico de fanesca en Semana Santa se relaciona con la pasión y crucifixión de Jesucristo. Pese a que este tiempo debería ser de ayuno, según la tradición católica, parte de los ecuatorianos consumen uno de los platos más abundantes de su gastronomía, compuesto por algo más de diez variedades de granos tiernos. La investigadora explicó que la preparación de este plato está ligada a la abundancia de productos que ofrece la región Sierra del Ecuador durante el solsticio de marzo. “La ritualidad está asociada con los ciclos de la tierra”, manifestó.

Lo transdisciplinar de la Etnobiología –es decir, la combinación de dos ramas científicas que han generado una nueva- llevó a que en la primera jornada del Congreso se aborden y expongan temas tan variados como: Arqueología Microbiana, Análisis de los usos del perro doméstico en la población Puruhá en Chimborazo, Financiamiento para negocios basados en la biodiversidad, Métodos de cultivo de hongos, entre otros; todos ellos vinculados a la relación que el ser humano establece con su entorno y las significaciones que se construyen en ese proceso.

Representantes de Ecuador y México expusieron experiencias investigativas en Etnobiología

Para el ecuatoriano Esteban Tapia, investigador de la cocina ecuatoriana, la importancia de la biodiversidad se manifiesta también en la gastronomía patrimonial, entendida como la preparación de comida con ingredientes tradicionales y cultivos propios de una zona determinada, cuyas recetas se trasmitieron con la práctica. A decir de Tapia, la elaboración de recetas tradicionales contribuye a la conservación de olores, sabores y texturas propias de los alimentos ecuatorianos y construye un sentido de apropiación con el entorno que provee los alimentos.

De su parte, Dídac Santos Fita, investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) expuso su estudio sobre la Fauna Silvestre como patrimonio alimenticio y de identidad cultual en el territorio ocupado por mayas macehuales, en el centro de Quintana Roo, en México. Las líneas de investigación de este representante mexicano son la Zoología y la biodiversidad.

Para este investigador de origen español, radicado en el país azteca, el acto de cazar no sólo es el acto de matar animales para conseguir alimento, sino que allí converge un sentido ritual que atraviesa espacios sociales y simbólicos de la población. Santos Fita precisó que la caza silvestre no podría revelar su riqueza cultural como patrimonio mientras su práctica se contradiga con las legislaciones que protegen a los animales, pero no contemplan las significaciones que la caza tiene para ciertos grupos humanos.

Por otro lado, con su ponencia sobre Arqueología Microbiana, Javier Carvajal, investigador de la PUCE, mostró la relación íntima de las levaduras con la historia no contada del hombre. Según este investigador, los microorganismos tienen la capacidad de permanecer latentes por largo tiempo y su estudio puede dar información sobre aspectos humanos como las enfermedades que padecieron nuestros ancestros.

La propuesta del investigador ecuatoriano busca servir de guía para estudiar desde una perspectiva diferente los orígenes del hombre en el Ecuador, gracias a la interpretación de la Biogeografía, la biodiversidad y el metabolismo de las levaduras en otros organismos.

Carvajal fue becario de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación y actualmente es el Director de la primera Biorefinería del país, ubicada en Nayón, al norte de Quito. El proyecto cuenta con el financiamiento de esta Secretaría.

La inauguración

El acto de apertura fue presidido por Hugo Navarrete, decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la PUCE, quien subrayó que el estudio de la Etnobiología puede contribuir al desarrollo del país a través de aportes investigativos que muestren la riqueza patrimonial que encierran las prácticas de diversos grupos humanos en el Ecuador.

Finalmente, la representante de la Sociedad de Etnobiología del Ecuador, Tania González, instó a revitalizar y fortalecer el conocimiento tradicional y el diálogo de saberes.

Seminario de Etnobiología

Del lunes 24 al miércoles 26 de marzo se desarrollará el Seminario de Etnobiología en la PUCE. Los interesados pueden inscribirse hasta hoy, 21 de marzo, acerándose al Auditorio de la Torre II de la PUCE, de 09:00 a 19:00.