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Acuerdo Nacional por la Educación fomentará espacios de análisis y consensos

El Acuerdo Nacional por la Educación promoverá acuerdos y consensos en el campo educativo.

Boletín de Prensa 112

Quito, 8 de mayo de 2019

El Teatro Universitario de la Universidad Central del Ecuador fue la sede del Acuerdo Nacional por la Educación, una iniciativa ciudadana que promueve la participación de la sociedad en la adopción de políticas públicas en educación, con base en el diálogo y en un trabajo coordinado.

Delegados de instituciones públicas como la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) y del Ministerio de Educación, y representantes de las organizaciones: Por ser niña; Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador y Fundación Esquel fueron parte del evento de inauguración de este proceso, además de estudiantes y docentes.

El Acuerdo Nacional por la Educación promoverá acuerdos y consensos en el campo educativo, recogiendo necesidades colectivas y escuchando las voces de todos los actores sociales, por medio de mesas de trabajo: Derechos humanos; Educación técnica; Jóvenes y empleabilidad; Educación en valores y Educación para el desarrollo sostenible, y está prevista la conformación de tres mesas adicionales: Interculturalidad; Desarrollo infantil integral y primera infancia; y, Educación a lo largo de toda la vida.

En su intervención, Adrián Bonilla, titular de la Senescyt, dijo que la idea de un acuerdo nacional supone la existencia de un consenso alrededor de puntos fundamentales, y “para que ello exista debemos ser francos y visibilizar el trasfondo que lo construye”.

En ese marco, expuso que esta iniciativa nace de la importancia de cambiar la realidad que hoy circunda a nuestro país: recursos distribuidos de manera inequitativa, discriminación, un país en donde las mujeres ganan menos que los hombres y son más vulnerables.

En ello, dijo, se justifica un acuerdo nacional que promueva políticas pensadas desde las bases y con tres ejes principales: la necesidad de una universidad fuerte y pública, donde se amplíe el acceso bajo principios de calidad; una universidad con una educación de carácter transversal y especifica; y, un Ecuador con un Sistema de Educación Superior estable, responsable en sus decisiones.

Acuerdo

Boris Cornejo, presidente Ejecutivo de Fundación Esquel y miembro del Consejo Consultivo, aseguró que el acuerdo constituirá un instrumento para mejorar la vida de todos. “Una sociedad construye democracia en la medida de su capacidad de conversar, generar acuerdos y deponer disensos“.

Aseguró que el Acuerdo Nacional por la Educación partirá de un diagnóstico y se construirá analizando indicadores e insumos que den cuenta “de lo que no está bien y nos permita, entre todos, entablar propuestas a corto, mediano y largo plazo”.

Cornejo también propuso transversalizar a la educación no solo aspectos meritocráticos, sino también aquellos que formen estudiantes solidarios, comprometidos, que cuiden el medioambiente y, principalmente, que fomenten una enseñanza que eduque para la libertad.

Por su parte, el ministro de Educación, Milton Luna, aseguró que ningún país en el mundo puede cambiar si no es a través de la educación. “Todos sabemos que la educación es el instrumento más importante del cambio”, por lo cual comprometió la voluntad social y política para promover un diálogo informado, sin prejuicios y con datos que justifiquen cada acción.

Esta invitación al diálogo surge de la sociedad civil y es importante que cuente con una mirada estratégica. “Hay que promover que cada acuerdo quede como un política de Estado”, señaló.

Sisa Muenala, del movimiento Por ser niñas, aseguró que su organización se adhiere al acuerdo porque quieren trasmitir sus preocupaciones y visión entorno a un espacio libre de violencia, que fomente un pensamiento crítico, una educación laica y sin discriminación por condiciones de género.

Pidió que el Acuerdo Nacional por la Educación sea una forma de modificar realidades adversas, ya que en la actualidad solo el 28 % de adolescentes termina el bachillerato y “si queremos construir un mejor presente y futuro, es momento de invertir en educación y de trasformar obstáculos en soluciones”.